Nacida especialmente para las personas con enfermedad celíaca u otras especialmente vinculadas al gluten o al trigo, la dieta sin gluten también se ha puesto de moda como un estilo de alimentación sana y adelgazante. ¿Pero es realmente así cuando no se padecen enfermedades? ¿En qué consiste la dieta del gluten?
La base de la dieta sin gluten
Como su nombre indica, consiste en comer sin gluten. Este es un conjunto de proteínas que se halla en los cereales de secano, especialmente en todas las variedades del trigo, pero también en cebada, centeno o triticale, un cruce de trigo y centeno (ver aquí qué es el gluten). Si bien la avena en principio no contiene gluten, durante su producción se puede contaminar del mismo, con lo cual, tampoco se suele incluir en las dieta sin gluten.

Todo ello implica que no se pueden consumir los granos de dichos cereales, pero tampoco aquellas elaboraciones que los lleven en forma de harinas como el pan o la pasta, por ejemplo.
A su vez, hay que pensar que en la industria alimentaria, el gluten se emplea en gran cantidad de productos para dar viscosidad, espesor o volumen. Por ello, y dado que el gluten realmente resulta un peligro para las personas que padecen celiaquía, desde el año 2005 es obligatorio señalar en las etiquetas aquellos ingredientes que causan alergias e intolerancias alimentarias frecuentes, entre los cuales se halla el gluten.
¿Qué se puede comer en una dieta sin gluten?

Como base energética, en una dieta sin gluten se pueden comer cereales que no los contienen, como arroz, maíz, mijo o sorgo, por ejemplo, y derivados en los que estos intervengan en forma de harinas, además de la quinua, que funciona como un pseudoceral.
En cuanto al resto de alimentos, como verduras y hortalizas, patatas y otras féculas, fruta, carne, pescados y mariscos, legumbres, huevos, frutos secos, semillas, etc. se pueden consumir con normalidad, sobre todo frescos o sin procesar. En caso productos procesados, siempre es recomendable mirar la composición de las etiquetas, para comprobar que no contienen trazas de ningún producto que pueda llevar gluten.
¿Quién debe seguir una dieta sin gluten?
Seguir una dieta sin gluten sólo es imprescindible para personas que padecen:
- enfermedad celíaca y a las que, por lo tanto, el gluten les genera una actividad en el sistema inmunitario que daña el revestimiento del intestino delgado.
- sensibilidad al gluten no celíaca, aunque comparten ciertos síntomas con la celiaquía.
- ataxia por gluten, que también es un trastorno autoinmunitario que puede causar problemas musculares.
- alergia al trigo.
¿Es realmente sana una dieta sin gluten?
Para el resto de personas no se ha demostrado que las dietas sin gluten sean beneficiosas para la salud. De hecho, hay pocos estudios clínicos al respecto y alguno procedente de Harvard (y presentado en la reunión científica de 2017 sobre Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica de la Asociación Americana del Corazón) han establecido una relación entre la menor ingesta de gluten y el aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.