Es una dieta planteada por la nutricionista birtánica Angela Dowden que recibe su nombre para hacer incidencia en un concepto esencial: cinco comidas diarias. Con ellas, la dieta promete perder alrededor de dos kilos semanales. ¿Cómo?
¿En qué consiste la dieta 5:5:5?

La dieta 5:5:5 se centra en cinco comidas diarias, separadas entre sí entre 3 y 4 horas a lo sumo, y el eje de las mismas deben ser frutas y verduras, de las cuales se deben incluir 80 gr por comida como mínimo. Estas aseguran la fibra esencial para seguir esta dieta, y el resto de alimentos giran entorno a proteínas y grasas saludables.
Por lo tanto acaba siendo una dieta baja en carbohidratos (ver aquí), que a su vez, por el tipo de alimentos que propone consumir, en general de bajo índice glucémico (ver aquí), y la frecuencia de las ingestas, mantiene los niveles de azúcar en sangre regulados, sin curvas pronunciadas, lo cual no fomenta la formación de grasas (ver aquí). Además, esa ingesta regular permite controlar mejor la sensación de saciedad, evitando que se llegue con hambre de más a las siguiente comida, lo cual implicaría comer más.
¿Qué se puede y qué no se puede comer en la dieta 5:5:5?
La dieta 5:5:5 propone eliminar radicalmente bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, con lo que se reducen los azúcares ocultos y las grasas añadidas a estos alimentos. Y a su vez, propone centrarse en proteínas, fibra y grasas saludables, por lo tanto, preferentemente grasas insaturadas.

Así, para los snacks de media mañana y merienda, propone alguna pieza de fruta, sobre todo por su aporte en fibra, que entre otros aspectos, resulta saciante, más un puñado de frutos secos, que nos aportan proteínas de origen vegetal más grasas insaturadas.
El desayuno se puede centrar en fruta más un lácteo desnatado, sea yogur, kefir, etc. Y las otras dos ingestas principales, comida y cena, incluyen carne magra o pescado más verduras y hortalizas (en forma de ensalada o cocinadas con métodos de cocción bajos en grasas – ver aquí), y en una de las dos, alguna fuente de hidratos (como cuscús, arroz integral, etc).