Fruto del estudio del farmacéutico escocés Mike McInnes y de su hijo Stuart McInnes, nutricionista, la dieta de la miel (expuesta en el libro La dieta de la hibernación) se basa en sustituir todo el azúcar por miel y, muy importante, tomar un poco de agua caliente con miel por la noche para conseguir adelgazar. Pero, ¿en qué se basan? ¿Y cómo complementar la dieta de la miel?
Bases alimenticias de la dieta de la miel o de la hibernación

La dieta de la hibernación también se conoce como dieta de la miel porque una de sus premisas alimenticias es sustituir el azúcar o los edulcorantes que ponemos en el café, el yogur, etc. por miel y, por la noche, tomar un vaso de agua caliente con miel y un poco de canela en polvo o bien con una infusión.
Además, la dieta de la miel implica evitar grasas saturadas, productos light y alimentos refinados, lo cual incluye aquellos elaborados con harinas blancas, por lo que requiere consumir alimentos integrales, y evitar aquellos alimentos procesados que, a menudo no los sabemos, pero contienen muchos azúcares ocultos. A la vez, requiere la incorporación adecuada para una alimentación sana de frutas y verduras.
¿Por qué el uso de la miel lleva a adelgazar?
La miel es similar al azúcar en cuanto a su riqueza de sacarosa. Sin embargo, los micronutrientes de la miel (ver aquí) pueden hacer que esta reaccione de forma distinta al azúcar blanco en nuestro cuerpo.
Los McInnes sostienen que al tomar miel diluida en agua antes de ir a dormir se apagan los antojos de azúcar. A la vez, tiene un efecto relajante, pues reduce la producción de hormonas del estrés, y contribuye a que durmamos mejor, con lo que se facilita la pérdida de peso (dormir implica recuperar energía; cuando no se duerme bien, el organismo, que sigue necesitando esa energía, pide recuperarla a través de la ingesta de más comida). Además, la miel acelera el metabolismo.