Los avances tecnológicos, el marketing y la búsqueda de nuevos nichos de mercado adaptados a los cambios sociales han hecho evolucionar a la industria alimentaria hasta llevar a agrupar la diversidad de productos que ofrece en cinco gamas de alimentos. Estas gamas se establecen en función de como se nos presentan estos alimentos a las personas consumidoras. Para esa presentación pasan por tratamientos, y eso indica ciertos niveles de procesamiento en los alimentos. ¿Quieres sabes cuales son las gamas alimentarias? Descúbrelas con nosotros, de la primera a la quinta gama de alimentos.
Primera gama de alimentos o gama I: los frescos y la tradición
Esta gama agrupa, por un lado, los alimentos más perecederos, es decir, alimentos frescos sin tratamiento alguno como verduras, hortalizas, frutas (sin cortar ni pelar), carnes, pescados, mariscos o huevos. Todos ellos son alimentos que no reciben tratamiento y conservan todas sus propiedades naturales. Al ser perecederos, en general son alimentos que necesitan refrigeración (aunque no todas las verduras van a al nevera -ver aquí desde ecovegetariano.com). Peros huevos, carnes, pescados y mariscos, si que deben ir al frigorífico e incluso, si no van a consumirse en las primeras 48h desde su compra, es recomendable congelarlos.
Por otro lado, dentro de la gama uno de alimentos también encontramos alimentos conservados de forma tradicional: es decir salazones y deshidrataciones, además de alimentos fermentados como pueden ser hortalizas encurtidas, por ejemplo. Este tipo de alimentos no reciben tratamiento higieneizantes, sino que la forma de conservación de los dos primeros se basa en eliminar agua del alimento de forma natural para alargar su vida útil, mientras que en el tercer caso es justo la fermentación al que permite alargar la vida de estos alimentos. Los fermentados tienen propiedades probióticas (ver aquí), mientras que salazones y alimentos deshidratados, al perder agua, concentras tanto sabores como nutrientes y valor calórico.
Segunda gama de alimentos o gama II: la conservas
Esta es la gama que agrupa tanto a las conservas como a las semiconservas (tipo anchoas, por ejemplo). Aquí el tratamiento se basa en esterilizar y envasar cerrando herméticamente el envase, ya sea vidrio o lata. A partir de aquí podemos encontrar alimentos que se procesan lo justo, como legumbres cocidas, por ejemplo, y también encontramos conservas de elaboraciones más procesadas, como por ejemplo salsas.
En todo caso, para consumir conservas es conveniente leer las etiquetas (ver aquí claves para leer etiquetas) y comprobar que sean lo más naturales posible, teniendo especial cuidado en las cantidades de sal (sodio) que se añade, y en el caso de las conservas más procesadas, también hay que fijarse en las grasas y azúcares que también se añaden, ya que según la calidad, podemos estar ante ultraprocesados (ver aquí ¿son sanos lo alimentos procesados?).
Tercera gama de alimentos o gama III: los congelados
Esta gama incluye congelados y ultracongelados. Los alimentos congelados alcanzan una temperatura en torno a los 12ºC bajo cero, mientras que para los ultracongelados se emplean temperaturas, como mínimo de 18ºC bajo cero. Esto implica que el utracongelado es una alimento que se enfría y congela en menos tiempo. Tanto en un caso como en el otro, el proceso de enfriamiento se lleva a cabo con el alimento en crudo, con lo que esencialmente no varían sus propiedades ni su valor nutricional.
Cuarta gama de alimentos o gama IV: hortalizas listas para cocinar
Esta gama agrupa frutas, verduras y hortalizas lavadas, peladas y cortadas, que se envasan en crudo ya sea en bolsas, en envases a atmósfera controlada o al vacío. Con ello, se extrae el aire del envase, por lo que el proceso de maduración de los alimentos es más lento. Pero a su vez, si el envase se rompe, la entrada de aire y el hecho de que la verdura esté cortada y pelada provocan una oxigenación más rápida de las verduras o las frutas, con lo cual puede ser más perecedero que las de gama I.
Aún así, el tiempo de tratamiento hace que los alimentos de gama IV conservan todas sus propiedades y el valor nutritivo casi completo (hemos de pensar que muchas veces la piel que se descarta en estos productos contiene fibra y nutrientes varios -ver aquí desde ecovegetariano.com). Y la gran ventaja es que son verduras y hortalizas listas para usar: bolsas de lechugas, champiñones laminados, calabaza pelada y troceada, fruta cortada y lista para comer…
Quinta gama de alimentos o gama V: comida precocinada
Esta gama incluye elaboraciones culinarias casi listas para consumir: solo requieren un golpe de horno o de micororndas y alguna pequeña preparación a lo sumo. El tratamiento de los alimentos de gama V reciben una manipulación tecnológica, elaboración, tratamiento térmico y envasado estanco para evitar el riesgo de contaminación tras la cocción. Los alimentos de gama V se comercializan en la zona de refrigerados y su vida útil varía entre seis y 42 días, dependiendo del tratamiento que haya recibido el alimento.
En todo caso, estos son alimentos generalmente ultraprocesados y, por lo tanto, es importante leer bien la etiqueta nutricional para controlar tanto su valor calórico como la cantidad de grasas y su tipología, los azúcares, etc. (ver aquí ¿son sanos lo alimentos procesados?)
Y para descubrir más sobre riesgos de los alimentos procesados y ultraprocesados
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