Tras el periodo navideño la mayoría de personas suelen engordar entre 1 y 4kg, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Cada vez los productos típicos de la Navidad se empiezan a consumir antes, y cada vez hay más compromisos: reuniones familiares, encuentros entre amigos, con compañeros de empresa… Todo con la comida como eje. Pero se puede comer de todo, y asistir a todos esos compromisos, sin engordar necesariamente. ¿Cómo?
¡Ojo con las bebidas alcohólicas y aperitivos! Lo que más engorda en Navidad

Además de los postres navideños, los dos otros elementos que más hacen engordar en Navidad son la alta ingestión de bebidas alcohólicas y los aperitivos. Hemos de pensar que una copa de vino tinto o una de cava brut superan las 80Kcal (ver valores calóricos de vinos aquí). Por ello es importante incluir el agua entre las bebidas de nuestros menús navideños, lo cual no sólo ayudará a controlar el alcohol que se ingiere, sino que también fomentará la sensación de saciedad durante las comidas.
En cuanto a los aperitivos, independientemente de su valor calórico, el problema radica en la manera de comerlos: en cantidad y sin darse uno cuenta. Por ello, un truco para controlar su ingestión es poner en un plato aquellos que nos vamos a comer (y no repetir).
Cómo debemos comer en Navidad para no engordar

En general, lo más importante para no engordar en Navidad es la moderación. Para ello, se pueden seguir algunos consejos que ayudarán:
- No saltarse ninguna comida. No es recomendable saltarse el desayuno o la merienda porque se prevé una comida o cena copiosa, sino todo lo contrario. Es importante no saltarse ninguna comida, para evitar llegar con hambre a los compromisos navideños.
- Controlar las cantidades. Muchas veces, los menús navideños se componen de diversas recetas (más que necesariamente un entrante y un segundo). Por ello es importante, al igual que con los aperitivos, servirse lo que se desea comer en un plato combinado, evitar repetir, y controlar la ingestión de polvorones y turrones, por su alto valor calórico.
- Comer despacio y masticar bien. Esto no sólo ayuda a la digestión posterior, sino que también contribuye a controlar las cantidades de lo que se come porque da tiempo a que al cerebro le lleguen las señales de saciedad. Y por ello, comer despacio y masticar bien ayuda a no engordar, pero también ayuda a prevenir empachos.
- Compensar fuera de las fechas señaladas. Fuera de las comidas de compromiso, hay que recuperar las pautas de una alimentación sana (ver aquí cómo debe ser una alimentación equilibrada), incluyendo frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, además de procurar comidas con carnes y pescados a la plancha. Además, no hay que olvidarse de hacer ejercicio.