Masticar bien, comer despacio es más que un mero formalismo y va más allá de ayudar a digerir los alimentos. También ayuda a adelgazar. ¿Cómo y por qué?
La sensación de saciedad
Según un informe publicado en la revista científica Journal of the American Dietetic Association sobre un estudio de la Universidad de Osaka con pruebas a más de 3.000 voluntarios, aquellos que habían tardado más de 21 minutos en comer se saciaban con mayor facilidad y, en consecuencia, podían adelgazar con mayor facilidad.
Esto se debe a que la sensación de saciedad tarda unos 20 minutos en dar señales en el cerebro desde que empezamos a comer. Por ello, cuanto más a prisa se come, más fácil es ingerir mayor cantidad de alimentos, pues el cerebro aún no ha podido registrar la sensación de saciedad.
A su vez, comer despacio, lo cual implica masticar bien, ayuda al proceso digestivo, de modo que los alimentos pueden ser procesados adecuadamente, generando mayor sensación energética y bienestar en la persona (ver aquí por qué comer rápido engorda y afecta a tu salud).
Consejos para aprender a comer despacio

Una fórmula para comer despacio es socializar las comidas. Es decir, procurar hacerlas en familia, con conversación. Y en todo caso, solo o acompañado, hay que evitar comer ante el televisor, ya que fomenta que comamos rápido y, a su vez, desvía la atención sobre la sensación de saciedad.
Por otra parte, para comer despacio se debería masticar 20 veces cada bocado y bajar el cubierto tras llevarlo a la boca, sin volverlo a llenar hasta que se haya tragado el bocado anterior. De esta forma, y aunque al principio se tenga que poner conciencia en ello, obtendremos unos hábitos en nuestra forma de comer más saludables y que contribuyen a adelgazar y mantener la línea.