En general, toda la comida parece apetecible, toda deseable, a cualquier hora, con o sin hambre. Es un mensaje constante, que recibimos incluso de forma inconsciente, con lo que a menudo, se nos pude olvidar que la comida es una necesidad básica de nuestro organismo, pues en la sociedad occidental, se nos presenta como un producto de consumo.
Comer de todo, mantenernos delgados: contradicción servida

La sociedad occidental nos pone ante un mensaje contradictorio: consumir para ser feliz, y tener un cuerpo delgado para triunfar, ser feliz y sano (ver aquí la influencia del márketing en el consumo de productos alimenticios). Pero claro, si comemos de todo para ser felices, sobre todo esos productos altamente calóricos pero con pocos nutrientes, no vamos a llegar a un peso ideal. Y un buen cuerpo para ser feliz y exitoso y sano no se mantiene comiendo de todo a cualquier hora.
Entre uno y otro mensaje, podemos acabar generando conductas y actitudes confrontadas en una lucha aparentemente perpetua, cuyos extremos van de la obesidad a la bulimia o la anorexia. Una manera de pacificar esa lucha entre mensajes contradictorios es volver a la raíz de lo que significa para el ser humano alimentación y nutrición, de forma que ante la comida como producto de consumo prevalezca el valor nutritivo de la comida.
Diferencia entre alimentación y nutrición
Alimentación y nutrición no son lo mismo. Alimentación es la ingestión de comida: fruta, verdura, carne, pescado, etc. La nutrición es el proceso químico que siguen esos alimentos en nuestro cuerpo, y que al hacer la digestión el organismo traduce en nutrientes: lípidos, glúcidos, vitaminas, etc.
La misión de la nutrición es aportarnos energía y generar materia para crecer, renovar o reparar nuestro cuerpo. A la vez, hay que tener en cuenta que la nutrición es inconsciente: metamos lo que metamos en nuestro cuerpo, éste lo procesará. En cambio, la alimentación es consciente: somos nosotros, al ingerir alimentos, quienes decidimos.
En eso consiste incorporar un valor nutritivo a la escala de valores socio-culturales que operan en nosotros al comer y comprar comida: una alimentación equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para una buena nutrición. Por lo tanto, desde nuestra alimentación tenemos el poder de incidir en la nutrición, por muy inconsciente que esta sea. Y eso es lo que debemos recordar al hacer la lista de la compra antes de ir al supermercado.