La mantequilla es un producto lácteo fruto de la emulsión de la crema de leche. Excepto la leche de camella, se puede elaborar prácticamente con cualquier tipo de leche (cabra, oveja, yak…), aunque la más popular es la mantequilla a partir de leche de vaca. ¿Qué nos aporta nutritivamente la mantequilla?
Calorías e índice glucémico de la mantequilla
La mantequilla es un producto graso y, por lo tanto, su aporte calórico también es muy alto: 100gr de mantequilla aportan alrededor de las 750Kcal, pudiendo oscilar la cifra algo arriba o abajo en función de la marca.
Pero a su vez, como es esencialmente grasa, su índice glucémico es bajo, ya que este es un indicador que se basa en el aporte de hidratos de carbono de los alimentos (ver aquí qué es el índice glucémico de los alimentos)
Valor nutritivo de la mantequilla

La crema de leche que se bate para obtener la mantequilla es, básicamente la concentración de las grasas de la leche. Así pues, entorno al 82% de la composición de la mantequilla es grasa y, de esos más de 80gr de grasa por cada 100 de mantequilla, más de 55gr son grasas saturadas (ver aquí la diferencia entre grasas saturadas y grasas insaturadas). Es por ello que su consumo ha de ser moderado.
El resto de la composición de la mantequilla es esencialmente agua, aunque también puede contener menos de un gramo de proteínas y algún glúcido. A su vez, también aporta algunos micronutrientes procedentes de la leche, como las vitaminas A y D propias de la grasa láctea, y a su vez minerales. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con su contenido en sodio, ya que se suele añadir sal a la elaboración (de ahí que se comercialicen específicamente etiquetadas mantequillas sin sal) – ver aquí ¿Cuánta sal tomar se puede tomar al día?.