Las especias son sustancias vegetales que aportan sabor y aroma a los platos. Hoy día imprescindibles en la gastronomía, son originarias de Oriente, donde caracterizan las tradiciones culinarias de la India o China, por ejemplo. Llegaron a Europa a través de las rutas comerciales de la antigüedad, primero por las propiedades mágicas que se les atribuía, hasta que los romanos empezaron a emplearlas en cocina.
Diferencias entre especias, sazonadores y hierbas aromáticas
Las especias se extraen de raíces, cortezas, brotes o bayas, y dentro de las mismas, aunque a menudo se diferencien, figuran las hierbas aromáticas, mayoritariamente procedentes de las hojas. Tanto las unas como las otras pueden emplearse en cocina frescas o secas, enteras o molidas.

En cambio, el sazonador es producto de la mezcla de varias especias o hierbas entre sí, o, según la ley, de la mezcla entre especias y sustancias alimenticias autorizadas. Uno de los ejemplos más populares sería el curry, cuyo nombre, dado por los ingleses, significa “polvo de especias”, ya que es fruto de la mezcla de entre 10 a 20 especias.
Valor nutritivo de especias y hierbas aromáticas
En todo caso, especias, hierbas aromáticas o sazonadores no tienen valor nutritivo ni calorías, y su índice glucémico es bajo (5). Su principal cualidad es que aportan aroma y sabor a las comidas, resultando ideales en métodos de cocción muy recomendables en una alimentación equilibrada e incluso en dietas adelgazantes, como los asados, el papillote, la cocción al vapor o los hervidos.
Por ello son muy recomendadas en dietas de diversas características, ya que además, gracias al uso de especias se pueda disminuir el uso de la sal, un condimento que fomenta la retención de líquidos y el aumento de la presión arterial. Además, ese aroma y sabor favorece la estimulación del apetito y, a su vez, de las secreciones de jugos gástricos necesarios para la digestión.