Son dos enfoques diferentes para perder peso: uno basado en la energía que consumimos, y el otro basado en los niveles de insulina en sangre. Dietas bajas en calorías (ver aquí) y dietas de bajo índice glucémico (ver aquí) son efectivas para adelgazar. Pero, ¿por qué? ¿en que se diferencian sus enfoques? ¿tienen algo en común?
¿Cómo nos hacen adelgazar las dietas bajas en calorías?
Uno de los objetivos de la alimentación es generar energía para nuestro cuerpo. Para medir la energía que se obtiene de los alimentos se emplean las calorías. Cuando comemos un exceso de hidratos de carbono y/o grasas, se produce un exceso de energía que no se gasta, y esta se acumula en el organismo en forma de masa grasa.
Las dietas bajas en calorías lo que hacen es ajustar el nivel de energía que se consume, bajando la cantidad de calorías que se ingieren para que el cuerpo use la energía en reserva que está en la masa grasa del cuerpo. Para ajustar las calorías, en las dietas hipocalóricas normalmente lo que se hace es pesar los alimentos permitidos por la dieta.
Dietas bajas en calorías
¿Cómo funcionan las dietas de bajo índice glucémico?
Pero a su vez, la formación de grasa corporal se ve estimulada con el exceso de insulina en el organismo. La insulina es la hormona que segrega el páncreas para equilibrar el azúcar en sangre. Así, puede suceder que el organismo sano segregue insulina de más, fruto de una subida de azúcar producida por ciertos alimentos. El índice glucémico hace referencia a una medida que estipula cómo el alimento afecta al nivel de azúcar en sangre, de modo que los alimentos de alto índice glucémico son los que hacen subir el azúcar en sangre, esto genera más insulina en el organismo y fomenta la formación de grasa corporal.

Por lo tanto, las dietas de bajo índice glucémico lo que hacen es prescribir el consumo de alimentos de bajo índice glicémico que eviten las curvas altas de azúcar en sangre. Con ello se mantiene equilibrado el nivel de insulina y no se fomenta la formación de grasas.
Aunque no se pesan los alimentos, en las primeras fases de muchas
dietas de bajo índice glucémico (como la dieta Smart o la dieta de los 31 días) se ajustan las dosis de grasas e hidratos de carbono procedentes de pan, pasta, arroz, etc., que son alimentos de alto índice glucémico. Pero a su vez, el consumo excesivo de los mismos, también genera un aumento en los las calorías consumidas. Así, en las primeras fases de las dietas de bajo índice glucémico también se produce una disminución calórica.
A la hora de seguir una dieta para adelgazar, siempre es recomendable hacerlo bajo la supervisión de un especialista. El uso indiscriminado de dietas hipocalóricas puede generar un aumento de peso acabada la dieta, ya que el organismo aumenta su capacidad de ajuste a la situación baja en calorías y tiende a aumentar las reservas para hacer frente a un posible periodo de disminución de la ingesta, a la vez que baja el gasto energético del organismo lo que posibilita que se generen reservas de grasa en periodos de aumento de disponibilidad de alimento