La contaminación cruzada es la transferencia de bacterias peligrosas de un alimento a otro. Y esta se puede producir especialmente cuando estamos en cocina manipulándolos. Por ello os proponemos una serie de consejos de higiene, no sólo para prevenir la contaminación cruzada, sino también el contagio de enfermedades de las que nosotros podríamos ser portadores.
La higiene de nuestras manos
Son las que manipulan los alimentos y los utensilios de cocina. Así que es importante:
- Lavarse las manos con agua y jabón antes de empezar a cocinar, cuando se acaba de cocinar, pero también durante. Y es que si se han tocado alimentos de origen animal crudos (por ejemplo al trocear pollo o pescado), es esencial lavarse las manos después, y antes de tocar cualquier otro alimento o los siguientes utensilios de cocina que vayamos a necesitar.

- No tocar con las manos condimentos de uso común, que además de estar en cocina, pueden acabar sobre la mesa a la hora de comer, como sal o especias. Lo mejor es aderezar, en cocina o en mesa, con salero, especiadores o cucharillas.
- Renovar trapos y bayetas con frecuencia, cambiándolos por unos limpios. No sirve de nada que nos lavemos las manos si luego vamos a secárnoslas en trapos que, aunque no se vean manchados, sí que están poblados de bacterias invisibles a nuestros ojos. Y lo mismo sería aplicable a estropajos y trapos con los que limpiamos las superficies sobre las que trabajamos en cocina.
Cómo manipular los alimentos para prevenir la contaminación cruzada
Carnes y pescados en crudo contienen bacterias y parásitos que pueden contaminar a otros alimentos al entrar en contacto con los mismos. Así que es importante:
- A la hora de guardar carnes y pescados en crudo dentro del frigorífico, lo haremos en la parte inferior del mismo, además de porque la temperatura les va mejor, para evitar que goteen sobre ningún otro alimento.
- Para reforzar la prevención del efecto goteo, carnes y pescados en crudo se guardarán en un plato tapado o en un tupper. Así, además, evitaremos que se resequen.
- También es importante separar alimentos crudos de alimentos cocinados, puesto que carnes y pescado en crudo pueden contaminar a alimentos tanto crudos como ya cocinados.

- A la hora de cocinar carnes o pescados es posible que antes tengamos que manipularlos: trocearlos, sazonarlos, etc. Es esencial lavar con agua y jabón las superficies donde hayamos desarrollado estas tareas, es decir, aquellas donde carnes y pescados hayan estado en crudo.
- Aún con todas estas medidas, es importante lavar adecuadamente con agua frutas, verduras y hortalizas antes de su consumo o antes de cocinarlas.
- Se recomienda cocinar los alimentos adecuadamente, a temperaturas superiores a 65ºC, y sobre todo en caso de carnes y pescados es importante que alcancen su punto óptimo de cocción, de modo que carnes como cordero, pollo o cerdo no deben quedar nunca crudas por dentro, por ejemplo.
Y recomendaciones de higiene durante y después de comer
Hemos de pensar que también nosotros podemos ser portadores de enfermedades. Las medidas anteriores ayudan a prevenir que las transmitamos, pero aún así es importante:
- No compartir platos, vasos, copas o cubiertos con otras personas, por mucho que sean cercanas o de confianza.
- Lavar platos, vasos, copas y cubertería, etc. a temperaturas superiores a 65ºC, y si se tiene opción, mejor en el lavavajillas.