Nos los comemos como fruto seco, pero en verdad, los anacardos son las semillas oleinosas del anacardium occidentale. Gracias a su sabor y su textura cremosa, el anacardo se consume crudo o tostado, pero también en forma de crema de anacardo, y hasta es la base de muchos quesos veganos. Vemos cuál es el valor nutricional de los anacardos.
Calorías e índice glucémico de los anacardos
Los anacardos, como decíamos, son semillas pero cumplen con la base composicional de los frutos secos, es decir, contienten menos del 50% de agua en su composición natural. Curiosamente, del anacardium occidentale también se cosecha una fruta conocida, entre otros nombres, como marañón, manzana de acajú o cojote. Se consume como fruta, pero botánicamente, es el pedúnculo engrosado que une el anacardo con la rama del árbol.
En todo caso, los anacardos, además de tener poca agua, tienen como principal macronutriente las grasas o lípidos, con lo cual, son altamente calóricos, de modo que 100g de anacardos nos aportan 553 Kcal. Eso sí, la ración máxima de anacardos no debe superar los 30g. A su vez, los anacardos tienen un índice glucémico superior a la media del resto de frutos secos (ver aquí), pero aún así, los anacardos mantienen un índice glucémico bajo (25).
Valor nutricional y propiedades de los anacardos
Como sucede con todos los frutos secos, el principal nutriente de los anacardos son las grasas o lípidos, de los cuales, 100g contienen algo más de 40g. Pero eso sí, son grasas insaturadas (ver aquí diferencia entre grasas insaturadas y grasas saturadas), y dentro de las mismas, contiene cerca del doble de grasas moninsaturadas que de poliinsaturadas. Esto dota a los anacardos de propiedades cardioprotectoras bien marcadas.
A su vez, los anacardos son fuente de proteínas de origen vegetal (17g de proteínas por cada 100g de anacardos), con una equilibrada distribución de aminoácidos que nos da un buen valor biológico de proteínas (ver aquí que son las proteínas de alto valor biológico). De entre ellos, destaca la aportación de los anacardos en triptófano. El triptófano es un aminóacido precursor de la serotonina, un neurotrancmisor que, entre otras funciones, regula la sensación de saciedad y, junto a otros neurotransmisores, como la dopamina y la noradrenalina, participa en los mecanismos que atenúan la ansiedad, la angustia, el miedo, etc… Es decir, sensaciones que inciden directamente en el hambre emocional (ver aquí qué es el hambre emocional).
Y todo ello se complementa con el aporte en hidratos de carbono de los anacardos (entorno a los 30g por cada 100g), su riqueza en cobre y magnesio, y las proporciones significativas de fósforo, hierro, selenio o zinc (ver aquí qué nos aportan los minerales). Además, los anacardos son ricos en vitaminas del grupo B, especialmente B2, pero también, B1, B6 y B9, además de vitamina E (ver aquí importancia de las vitaminas en la alimentación).
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