Dieta Smart, dieta Montignac o dieta GIFT, entre otras, están dentro de la órbita de las dietas de bajo índice glicémico o glucémico. Estas son dietas ideales para personas que quieran adelgazar de forma equilibrada, no brusca, a la vez que se trabajan en la creación de hábitos de alimentación sanos, en los que participan todo tipo de alimentos. En las dietas de bajo índice glucémico el objetivo principal es comer de tal forma que se eviten las subidas bruscas del nivel de insulina en sangre. ¿Cómo y por qué?
¿Cómo se forman las grasas en el cuerpo?
La insulina es la hormona que segrega el páncreas para equilibrar el azúcar en sangre. Cuando un organismo sano tiene más alta el azúcar en sangre, el cuerpo segrega insulina para equilibrarla. Pero puede suceder que el organismo sano segregue insulina de más, fruto de una subida de azúcar producida por los alimentos de alto índice glicémico (ver aquí qué es el índice glucémico), y esto estimula la formación de grasa en el cuerpo (ver aquí).
La clave del éxito de las dietas de bajo índice glucémico
Las dietas de bajo índice glicémico se basan en evitar justamente este proceso, consumiendo alimentos de bajo índice glicémico que eviten justamente las curvas altas de azúcar en sangre y que, por lo tanto, mantengan equilibrado el nivel de insulina, con lo que no se fomenta la formación de grasas.
Existen tablas del índice glicémico de los alimentos, siendo alimentos de bajo índice glucémico (IG) los que lo tienen igual o inferior a 35, medio IG entre 36 y 50, y IG alto cuando superan el 50. Así, según la dieta, se generan fases en las que se prohíben unos u otros alimentos para fomentar el adelgazamiento (no sólo no generar grasas, sino perder las acumuladas). A pesar de restringir ciertos alimentos, no son necesariamente dietas hipocalóricas (bajas en calorías), ni restringen grupos completos de alimentos (como la dieta Dukan en su primera fase), por ello son dietas pensadas para perder peso de forma equilibrada promoviendo la creación de hábitos de alimentación sanos.
Las dietas de bajo índice glicémico promueven una alimentación variada y a menudo se plantean integrando un cambio en el estilo de vida, como sucede con la dieta Smart o la dieta GIFT. Pero como con todo tipo de dieta, siempre es recomendable consultar con un especialista a la hora de seguirla.