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Cinco claves para hacer tu alimentación más sana a partir del cambio de hábitos

Normalmente medimos si nuestra alimentación es sana o no por aquello que comemos, y a veces por las proporciones: “como muchas verduras, apenas pruebo el pan”. Pero la restricción de ciertos alimentos puede ser inapropiada, y no sólo el qué comemos define una alimentación sana, sino también cómo lo preparamos y lo cocinamos, si nos aburrimos de nuestras comidas o no, etc. Al final, comer sano se basa en adquirir una serie de hábitos saludables entorno a la alimentación. Y para conseguirlo, aquí te damos cinco claves:

Planificar las comidas para ir a comprar con una lista

Elaborar un menú semanal tiene tres grandísimas ventajas:

1.- Puedes equilibrar los alimentos que vas a comer a lo largo de la semana.

2.- Al no improvisar qué vas a comer, no llegarás y cogerás lo primero que se te ocurra. Cuando llegamos con hambre a la nevera o al armario de la despensa, la tendencia será buscar alimentos más calóricos.

Cinco claves para hacer tu alimentación más sana a partir del cambio de hábitos: la lista de la compra

3.- Puedes elaborar una lista de la compra en base al menú. Así, cuando vayas a comprar, la lista desviará tu atención de productos o alimentos que no necesitas, y que demasiadas veces son precisamente productos alimenticios altamente calóricos pero poco nutritivos (ver aquí qué son las calorías vacías), pensados y colocados en el super para hacerte caer en la tentación (ver aquí consejos para ir al súper y comprar comida sana).

Apuesta por la variedad de colores en tus comidas

La variedad de colores en verdad nos está indicando variedad de nutrientes (ver aquí qué son y cuáles son los nutrientes). Y lo importante para una alimentación sana y equilibrada es que nuestro organismo obtenga todos los nutrientes que necesita. La variedad nos lo asegurará. Y no nos referimos solo a frutas y verduras de colores variados, sino a proteínas (fíjate en las distinciones que hacemos entre pescados blancos y azules -ver aquí deferencias-, o carnes rojas y blancas -ver aquí diferencias-) y también a fuentes variadas de carbohidratos (ver aquí Cuántos carbohidratos comer al día y de qué tipo), un grupo que se suele demonizar y que no se debe eliminar si realmente queremos aprender a comer sano .

Variedad con proporción

Una alimentación sana no demoniza grupos de alimentos naturales, mucho menos si apostamos por los de temporada. Pero si que deberíamos comer de manera proporcionada entendiendo:

Date caprichos

Qué sí, que la fuerza de voluntad para resistirse a ese trocito de chocolate o esas galletas es agotadora (ver aquí por qué la fuerza de voluntad cansa): date algunos de esos caprichos. Una cosa es consumir habitualmente bollería industrial o productos ultraprocesados, que son ricos en grasa y azúcares y pobres en nutrientes (ver aquí), y otra muy diferente es que ese consumo sea puntual. Podrías alimentarte de una forma sana si no superan el 15 o 20% de tu alimentación, y por lo tanto, sí el 80 u 85% tiene una alta densidad nutritiva.

Cocina variado para comer divertido

Planificar las comidas, como decíamos en el primer consejo, no tiene por qué implicar comer lo mismo siempre, ni mucho menos todo hervidito o a la plancha. Jugar con los métodos de cocción te dará texturas y sabores diferentes (ver aquí cuáles son los métodos de cocción más sanos), pero además puedes jugar también con condimentos que aportan diversidad de sabores sin calorías, como son las

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