Aunque el término existe desde 1992, no fue hasta 11 años después que la American Dialect Society votó al palabra felxitarian como la más útil del año y el dio una definición. ¿Pero que es el fexitarianismo? ¿Qué come una persona flexitariana?
Bases alimenticias del flexitarianismo
El término flexitariano parte de la unión de la palabra “flexible” más “vegetariano”. De hecho, también se emplean los término flexivegetariano o vegetariano a tiempo parcial para nombrar a las personas con una dieta esencialmente vegetariana que eventualmente comen carne o pescado.
En líneas generales, una persona flexitariana se rige habitualmente por una dieta ovolácteovegetariana, es decir, una alimentación basada en alimentos de origen vegetal que admite el consumo de lácteos y huevos (ver aquí tipos de dietas vegetarianas). Pero el flexitariano, además, puntualmente incluye carne o pescado en su alimentación, sin convertir estos ingredientes en los protagonistas del plato. Es decir, la carne o el pescado son un complemento de verduras, hortalizas, legumbres, cereales y alimentos de origen vegetal. En conclusión, la dieta de la persona flexitariana es entre un 90 o 95% vegetariana, aunque no se considera el flexitarianismo como un tipo de vegetarianismo.
Ventajas del flexitarianismo
En líneas generales, una dieta flexitariana comparte los beneficios para la salud de una dieta vegetariana, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, previniendo el colesterol alto y aportando mayor longevidad a quienes la practican. Los aportes ocasionales de carne o pescado, en consecuencia, de proteína animal complementan la dieta vegetariana y evitan algunas carencias más o menos comunes en la misma, como la de vitamina B12.
A su vez, si se parte de la base de que la producción de ganado emite un 18% de gases de efecto invernadero más que los vehículos de combustión, la reducción del consumo de carne que implica la alimentación flexitariana resulta más ecológica que una dieta omnívora común.